Granada

GRANADA

Es la odalisca que en la fértil vega
desciñe su ropaje transparente;
cierra sus ojos de mirar ardiente
con los que mata, y acaricia, y ruega.

Leve sonrisa entre sus labios juega,
y su cabeza de mujer de Oriente
en los brazos apóyase indolente
y a ensueños de placer y amor se entrega.

Y el amor de su sueño es africano,
de oscuros celos, punzador, tirano,
que un suspiro cruel al fin le arranca;

y calmando el volcán que hay en su pecho,
llega a besarla amante hasta su lecho
la fresca brisa de la sierra blanca.

Benigno Iñíguez

No hay comentarios:

Publicar un comentario