Ermitaño

EN LAS ERMITAS

Los romeros en flor vierten su aroma
en la empinada cumbre solitaria
y sobre ellos se cierne la plegaria
con reposado vuelo de paloma.

En la altiva meseta de la loma
incansable la Fe modula un aria
y en la puerta de ermita tenebraria
con demacrada faz un hombre asoma.

¡Quién, huyendo el mundial, sangriento engaño,
pudiera así, con ansia no vencida,
encarcelarse valeroso y fuerte!

¡Dichoso tú que sabes, ermitaño,
buscar para el espíritu la vida
y para el corazón hallar la muerte!

Josefa Vidal

No hay comentarios:

Publicar un comentario