Siguiriyas del Mellizo

Ay, Pare mío Jesú
de Santa María,
que estos pesares que mi cuerpo terela
sean alegrías.
Dinero, ay, dinero,
pa que yo tenga a la verita mía
lo que yo más quiero.
Me asomé a la muralla,
me contestó el viento:
¿pa qué suspira y por qué pasas pena
si ya no hay remedio?
¿Adónde estás?
Que yo te busco por to los rincones
y me echo a llorar.
To lo tengo en contra:
los gorpesitos de la marea fuerte
me entran por la boca.

Jincao de rodilla
le pío llorando
que de limosna a mí me quitara
lo que estoy pasando.
Al de Santa María
le pío llorando.
A clavo y canela
me hueles tú a mí.
El que no come clavito y canela
no sabe estinguí.
Me dicen a mí
que si te quiero, compañera mala,
yo digo que sí.

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