ESTRAMBOTE
Yo no soy el poeta de los versos de oro,
ni de plata siquiera, y, acaso, ni de cobre.
Yo no soy el poeta que en su torno le sobre
esa turba de ecos que le ensalcen a coro.
En mi cítara humilde nunca tuve un tesoro,
y he de morir lo mismo que nací: triste y pobre;
no he esperado, ni espero, que mi cítara obre
el milagro de hacerse un nuevo Artemidoro.
Yo no soy, lo repito, el poeta de alturas;
son mis versos peldaños de misérrima arcilla,
y al pisarlos se hunden, sin lograr la ascensión...
Yo soy sólo un poeta con sinfín de amarguras,
que en su vida sin lauros, en penumbra, sencilla,
consumió como llama su tenue inspiración.
Adolfo Vila Valencia
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