Llevo sangre de reyes en la mano,
en los ojos de estrellas de coral,
por la noche me envidian los luceros
mi color de canela sin igual.
Y en los volantes de mi vestío
llevo prendío
a los mocitos del Altozano.
Entre las sienes metío
un cariño tan sentío
como este cante gitano.
En la fragua de tu boca
se fundieron mis pesares,
y me dicen: niña loca,
tú no sabes lo que vales.
Porque me matan tus ojos negros,
gitano, ten compasión.
Porque lo quiso el destino
te pusiste en mi camino
envenenando mi corazón.
Me devora la locura
y me muero de dolor,
y me dicen: niña loca,
el cariño te desboca
y te señala tu perdición.
Los brillantes dejé por tu cariño,
a otra niña le dabas el corazón,
y al beber en la fuente de lucero
despertó la locura de mi amor.
Y los candiles de mis sentíos
se me nublaron con la sonrisa de tu garganta
y luego me traicionaron
y en tinieblas me dejaron
cuando vi que te alejabas.
En la fragua de tu boca
se fundieron mis pesares,
y me dicen: niña loca,
tú no sabes lo que vales.
Porque me matan tus ojos negros,
gitano, ten compasión.
Porque lo quiso el destino
te pusiste en mi camino
envenenando mi corazón.
Me devora la locura
y me muero de dolor,
y me dicen: niña loca,
el cariño te desboca
y te señala tu perdición.
Adelfa Soto
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