Una noche en que hubo
fiesta interminable,
me dormí y me dijo
para despertarme:
"Tu sueño se alarga,
vamos ya, ¡levántate!".
Me vestí y entonces
me puse a cantarle:
"¡Qué hermoso es dejar
el sueño agradable
cuando me despierta
tu boquita amante!".
Al Mutamid
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