En Cádiz hay una niña

En Cádiz hay una niña,
en Cádiz hay una niña
que Catalina se llama, ¡ay, sí!,
que Catalina se llama.

Su padre es un perro moro,
su padre es un perro moro,
su madre una renegada, ¡ay, sí!,
su madre una renegada.

Todos los días de fiesta,
todos los días de fiesta,
su madre la castigaba, ¡ay, sí!,
su madre la castigaba.

Porque no quería hacer,
porque no quería hacer,
lo que su padre mandaba, ¡ay, sí!,
lo que su padre mandaba.

Mandan hacer una rueda,
mandan hacer una rueda,
de cuchillos y navajas, ¡ay, sí!,
de cuchillos y navajas.

La rueda ya estaba hecha,
la rueda ya estaba hecha,
Catalina arrodillada, ¡ay, sí!,
Catalina arrodillada.

Y bajó un ángel del Cielo,
y bajó un ángel del Cielo,
con su corona y su palma, ¡ay, sí!,
con su corona y su palma.

Sube, sube, Catalina,
sube, sube, Catalina
que Dios del Cielo te llama, ¡ay, sí!,
que Dios del Cielo te llama.

¿Qué me quiere el Rey del Cielo,
qué me quiere el Rey del Cielo,
que tan temprano me llama, ¡ay, sí!, 
que tan temprano me llama?

Quiere ajustarte las cuentas,
quiere ajustarte las cuentas,
de la otra vida pasada, ¡ay, sí!
de la otra vida pasada.

2 comentarios:

  1. Vaya tontera de poema repites siempre lo mismo eso la hace mi hermano pequeño de 4 años

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    1. Es un poema tradicional, infantil, que, puesto que me place, comparto en esta página. Muchas gracias por tu amable y bondadoso comentario que nos informa de tu riqueza interior. Bendiciones.

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